En la era postmoderna de las descontrucciones, las dramaturgas españolas de la generación de los 90 escriben un teatro en el que se impone una estética basada en la fragmentación. La acción, el personaje, el espacio, el tiempo, sufren un proceso de desmembramiento que derrumba los fundamentos aristotélicos del teatro, basados en la imitación y sus consecuencias a nivel de la lógica y la construcción dramática. Se niega así cualquier posición de desplome por parte del dramaturgo, y surge un inmanentismo del que se afirma que es más cercano a la percepción y sensibilidad femenina. Lejos de las trascendencias, el teatro de las mujeres se apropia lo real para intentar transformarlo. De sus obras, nace una postura original, que se aleja radicalmente de la moral y abre el camino a unas éticas puntuales. Frente a la marginalización social de las mujeres, reivindican un “marginalismo”, que las lleva a explorar los márgenes, la interioridad de las cosas y las situaciones (violencia de género, crisis de identidad de las mujeres…), sin tomar ninguna posición, pero sí obligando siempre al lector-espectador a que lleve en sí mismo la pregunta ética por excelencia: “¿y tú, de qué eres capaz?”. La ponencia se propone ilustrar estas nuevas dramaturgias de la ética a través de varias obras de mujeres.